Artículos
relacionados con el mal que causan los prejuicios
Y
los criterios equivocados sobre los demás
Clara Lucía Placencia Ordóñez
30/8/2016
Cuidar
nuestra lengua y limpiar nuestra mente de lo feo que se hable de
alguna
persona
Cuando alguna vez en la vida he conocido poco
a alguien y me han hablado mal de esa persona después, hay casos en que he
llegado a creerles diablos de maldad, y resulta que era una muy buena persona,
pero ya no podía yo saber la verdad pues no podía volver a ver a esa persona.
Así pasa con demasiada frecuencia; es
demasiado fácil. Y de hecho es un gran problema, pues basta con mencionar algo
malo de otra persona para que se quede grabada esa opinión para siempre en la
mente del interlocutor.
¿Cuál es la solución?
Pues actualmente no sería locura tener
secciones en periódicos escritos y páginas web de reclamo por parte de personas
injuriadas, lo sepan exactamente o no (que han hablado mal de él/ella),
declarando la verdad de asuntos suyos de los que intuye que se está hablando.
Además de enseñar con mucho cuidado a los demás, a través de la religión y
ética.
Debemos tener mucho cuidado para no
engrandecernos –porque hay cierto disfrute al hablar mal, aunque no seamos
malas personas, ni nos estemos inventando mentiras sobre esa otra persona, en
algunos casos- a costa de hablar mal de otra persona.
Y así parezca demasiado inocente, obligar a
las escuelas a incluir en materias de ética que no se hable mal con tanta
facilidad porque se destruye personas y vidas. Aunque no lo crean, es un
problema muy grande en el mundo occidental, porque es demasiado sencillo dañar
imágenes de personas y los sentimientos hacia esas personas. ¡No hay quién lo
detenga!
Es tan grave que se lo debe tomar como un
verdadero problema en estas sociedades latinas. Y ayudaría, claro está,
facilitar los procedimientos para los juicios por injurias y enseñar desde la
casa a no hablar mal. ¡Yo nunca lo hago!
¡Ni qué decir de los chismosos! ¡Y peor los mentirosos! Destruyendo opiniones y estimas todo el tiempo.
Prejuicios
sobre los individuos pertenecientes a un grupo determinado
Las personas prejuzgamos a los individuos
pertenecientes a ciertos grupos, o a los individuos con cierta forma de
comportamiento e incluso forma de ser, equivocándonos mucho y perjudicando a
todos –incluido a nosotros mismos- y así no se note, perjudicamos incluso a la
naturaleza –recibe las malas energías de los malos sentimientos- y le hacemos
daño a un progreso más fluido de la sociedad planetaria.
Un claro ejemplo es el del prejuicio a los
individuos de raza negra, a los que incluso podemos ver bellos pero albergar un
cierto temor de la mezcla con estas personas como pareja. ¿Por qué? Pues va
resultando como que los vemos y creemos demasiado distintos en la Historia, en su propia
creencia de ser de raza inferior junto con cierta vergüenza con la que se
comporten. Esto, claro está, viene desde la esclavitud, pues desde ahí y
después, no se veía una posible combinación como parejas iguales.
En particular con los individuos de raza
negra, no sabemos por qué: puede ser la costumbre, un prejuicio de que son
inferiores, aunque sea que hayan estudiado la universidad, y al mismísimo
Barack Obama, Presidente de los EEUU se lo ve trigueño y no negro, pero a un
verdaderamente oscuro sería bastante difícil verlo llegar a una posición de
presidente. De modo que Obama es solamente medio-negro.
Tememos lo que no conocemos pero que se acepta
desde jóvenes como tabú.
En algunos de mis artículos recomiendo saber
bien la verdad de un asunto; o sea que no quede algo falso dicho y no aclarado
por el acusado.
Aquí entonces entra la ciencia médica, la
psicología, las ciencias de análisis de mercados…
Por eso: qué tienen de diferente, inferior o
superior en su ADN en promedio. Y en el caso de los individuos de raza negra
podríamos encontrarnos con que tienen en sus genes por herencia características
de piel oscura, porque vienen de países excesivamente expuestos a la luz solar
–individuos en este caso después de mucho tiempo crean un color donde los rayos
ultravioleta hacen menos quemaduras. Eso y otras diferencias.
Esto que digo hecho con otros grupos de
individuos de los que solo por saber que pertenecen a un grupo ya los
desechamos como posibles amigos.
Y bien que tenemos prejuicios por otras
características en individuos en particular, como la pobreza o la fealdad, o
porque creemos que no se graduaron de la universidad y son incapaces, o que
vienen de Brasil y son medio santeros y brujos, etc.